El placer de viajar comienza en el mismo instante que nos planteamos hacerlo. Soñar con ir hacia el lugar que nos apetece y la oportunidad de planearlo, es una experiencia única que siempre recordaremos y que ya ansiamos poder contarla a toda nuestra gente. Pero, en ocasiones organizar un viaje puede llegar a ser muy estresante… y en muchas otras, el propio viaje puede llegar a salir como no teníamos previsto y hacernos llevar una desilusión tan grande que no nos permite disfrutar del todo, aunque aún nos queden días de experiencia.
Sea como sea -y no nos pongamos en lo peor-, nuestro máximo propósito es disfrutar de esa escapada, de los días o tiempo que estemos, y de poder descubrir como si fuera la primera vez -quizá lo sea-, ese espacio que nos hemos reservado para nosotros mismos.
Aunque tenemos marcadas ciertas ideas propias de la ilusión y de cómo lo pasaremos, hoy te vamos a dar algunos trucos que te harán sacar el máximo partido a tu escapada y, sobre todo, que a ti te harán sentir mucho mejor en los días de tu viaje:
1. Calma
Aunque llegues a un destino que hay muchas cosas por ver, es mucho más importante que sepas que debes dedicarle el tiempo que tú sientas a cada espacio. Es decir, no vayas con prisas por ver más, sino ve como creas que tienes que ir sabiendo que vas a poder disfrutar del lugar. ¿De qué te sirve acumular en tu retina múltiples zonas si no has sido capaz de disfrutarlas? En muchas ocasiones es preferible que te permitas el detenerte, mirar con atención la belleza del paisaje, hacer algo típico o emblemático de ese espacio… a querer abarcarlo todo. Cada uno conoce sus ritmos y tiempos, pero nunca te olvides que el máximo propósito de una escapada, es el disfrutar.
2. Fuera conexiones
Inevitablemente vivimos en un mundo hiperconectado y no decimos que renuncies a la posibilidad de tener tu teléfono móvil, pero sí que seas capaz de controlar el tiempo que le dedicas a él. Si tu escapada es ajena al trabajo o similar, mantente presente en lo que estás haciendo, en dónde estás y con quién estás. Ya habrá tiempo de contarlo. Puedes tomar fotos, compartirlo en las Redes Sociales… pero que ello no te condicione ni maneje tu planificación.
3. Conversa
No hay nada mejor para conocer un lugar que escuchar a las propias personas del mismo. Siempre que tengas la oportunidad, habla con algún habitante de esa zona y que te cuente por él mismo sus propias experiencias, qué lugares visitar, dónde comer o qué no te puedes perder. Ellos mismos son los que también hacen que ese lugar tenga un encanto especial y descubrirlo de sus palabras puede ser algo que recordarás siempre. Aunque hayas escuchado las recomendaciones de personas de tu alrededor que han ido, no pierdas la oportunidad -de poder hacerlo- de mantener una buena conversación.
4. Equipaje ligero
Al hacer la lista de todo lo que vas a incluir en tu maleta, reflexiona antes: ¿todo lo que está aquí, me va a hacer falta de verdad o puedo prescindir? Ir ligero de maleta es mucho más cómodo y a la vez, te hace ganar en tiempo. Ya no solo nos referimos a la maleta que te lleves en el destino, sino en el bolso o bolsa que lleves durante las visitas a los diferentes lugares: no cargues con más de lo debido. seguro que lo que necesitas es algo tan liviano que no eres capaz ni imaginarlo.
5. Déjate sorprender
Libérate de cualquier juicio. Aunque hayas escuchado muchas opiniones negativas de alguna parte, si tú tienes ganas de descubrirla, sé tú mismo quien la vea y después pueda opinar. No vayas con todas las ideas establecidas desde casa y permítete la posibilidad de sorprenderte por lo que estás viendo o viviendo. Eres tú el protagonista de esta aventura, así que serás tú quien pueda definirla.
6. Aprende y reflexiona
Sabemos que todo nos puede aportar un aprendizaje, pero en un viaje más todavía. Intenta mantener una actitud de recibo: es decir, que todo lo que te vaya llegando sea capaz de hacerte a ti reflexionar y ordenarlo de una manera positiva a tu experiencia. Lo que estás viendo se aleja, posiblemente, de tu propia zona de confort donde tu rutina es la que vives, por eso aprende de ello y disfrútalo. Quizá hoy no veas cómo te sirve, pero seguro que a tu día a día lo puedes emplear con templanza y optimismo.
Hay muchas maneras de disfrutar de un viaje que no encontramos en un manual, por eso es aconsejable también que te dejes llevar por tu instinto y tus ganas. No olvides que es tu viaje, que solo debes pensar en tomártelo de una manera constructiva y que todo aquello que pueda incomodarte, se puede buscar la manera de ser sustituido por algo bueno. Mientras tú desconectas, recuerda siempre que nosotros en We Park nos hacemos cargo de tu coche en nuestra zona de parking junto al aeropuerto de Alicante-Elche.